Hoy empieza una celebración importante para el mundo católico de verdad, no para la gente de «Con mis hijos no te metas»: La Semana Santa. Una de las primeras y más queridas actividades es la entrada de Jesús hoy, Domingo de Ramos, a Perusalén.
En diferentes partes de nuestra amada patria, se va a recrear este importante acontecimiento en modo de procesión. Sin embargo, en el norte ha sucedido un hecho bochornoso para el congresista especialista en porcelanatos, Becerril.
Aprovechando el domingo, viajó a su tierra. En plenos preparativos, se supo que hay una escasez de burros. Debido a que en el mes de abril muchos piuranos se inician en las artes del amor, en todo el norte se presenta ausencia de burros. Desde Trujillo hasta Tumbes empiezan a desaparecer.
Es así que el congresista de la bancada fujimorista decidió colaborar con su comunidad y se ofreció a cargar a Jesucristo en la procesión del día de hoy. Este noble gesto lo hizo en la misa a primera hora delante de todos. Sin embargo, la oirlo, Jesucristo, que se encontraba desde hace décadas en la cruz de la iglesia, se bajó y se fue corriendo, mientras gritaba: «Ahora no, joven».
Al cierre de esta nota, se supo que Jesucristo estaba refugiado en un asentamiento humano, comiendo ceviche y escuchando el Grupo 5, tratando de llevar una vida común y sedentaria para no ser cargado por Becerril. Incluso acudió a barbería para pasar desapercibido con su look de Annuel. Bbecitaaaaa, brrrrrrr.
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